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Enfermedades elegibles para tratamientos

Para poder aplicar el uso de Cannabis Medicinal se requiere que el paciente presente alguno de estas enfermedades:

  • Cáncer

  • VIH

  • Esclerosis Múltiple (ELA)

  • Enfermedades de Crohn

  • Fibromialgia

  • Alzheimer

  • Artritis

  • Artritis Reumatoide

  • Desordenes de Ansiedad

  • Epilepsia

  • Parkinson

  • Anorexia

  • Migraña

  • Lesión del Cordón Espinal

  • Hepatitis C

  • Caquexia

  • Náuseas Severas

  • Espasmos Musculares Persistentes

  • Dolor Crónico

 

   El Cannabis tiene muchos beneficios en distintas enfermedades, este fármaco se puede utilizar vía oral, inhalada, dermal, entre otras. La gran dispersión de receptores cannabinoides a lo largo del sistema nervioso, ha llevado a que estudios a nivel molecular se enfoquen en el mecanismo de acción y efectos de los cannabinoides exógenos y endógenos en enfermedades asociadas al sistema neurológico. En el área de la neurología abarca muchos desórdenes mentales, como lo la depresión, la ansiedad, ADHD, autismo, entre otras. En muchos estudios con roedores se ha encontrado que el Cannabis tiene un efecto positivo en la depresión, presentando efectos como antidepresivo. Su mecanismo de acción envuelve  la inhibición de la recaptura del neurotransmisor de serotonina, mecanismo similar a los medicamentos antidepresivos como Prozac.  Esto ocurre debido a que el Cannabis lleva a cabo una alteración en los receptores cannabinoides CB1 y los niveles de cannabinoides endógenos. Otra enfermedad tratada con Cannabis es el dolor neuropático.

 

    Una de las enfermedades que más utiliza Cannabis como tratamiento es el dolor crónico ya que el fármaco tiene una acción sinérgica en el control del dolor. Con dosis relativamente bajas, acompañadas de un medicamento analgésico, ambos presentan gran potencial en el efecto antinociceptivo. Los efectos pueden ser reversibles administrando un antagonista de receptores cannabinoides y receptores de opioides. Este método de analgesia se puede utilizar para enfermedades como cáncer, artritis, migraña, inflamación y dolor neuropático.

 

   También, se ha visto beneficios utilizando fármacos derivados del cannabis en el sistema gastrointestinal. En estudios realizados con sujetos animales como perros y roedores, se ha visto una disminución de secreciones gastrointestinales disminuyendo la formación de ulceras y los síntomas de gastritis. Medicamentos relacionados a receptores cannabinoides tienen efecto en la relajación del esfínter esofágico ya que su mecanismo se centra a nivel periférico, actuando en el nervio vago y en el sistema gastrointestinal. De esta forma se reduce la motilidad intestinal, disminuyen síntomas de diarrea, hay disminución de ácido clorhídrico evitando irritación en el estómago, mejor conocido como gastritis. Además, marihuana tiene efecto antidiurético, evitando la eliminación excesiva de líquidos.

 

   El sistema cannabinoide contiene receptores para moléculas endógenas producidas por el mismo organismo. Estos receptores se denominan como CB1 y CB2. Estos, se encuentran en gran proporción en el sistema nervioso central y el primer receptor descrito por primera vez fue CB1. Esto se descubrió utilizando isotopos radioactivos para establecer un mapa de los receptores cannabinoides. Los receptores son transmembranales acoplados a una proteína G inhibidora. Su mecanismo de acción se resume en inhibir la formación adenosina cíclica monofosfatada (cAMP) y en la inhibición de canales de calcio (Ca+2) sensibles a voltajes. Otra manera de inhibición es en la activación de canales de potasio (K+), lo cual disminuye la activación de la célula.

          

           El receptor CB1, se encuentra en grandes concentraciones en los ganglios basales, cerebelo, hipocampo y en el hipotálamo. El receptor CB2, está localizado mayormente en células del sistema inmune modulando la migración de dichas células y en la liberación de citoquinas. En el sistema nervioso, este se encuentra en la microglia.  Las moléculas endógenas de ambos receptores se relacionan con diferentes neurotransmisores como la dopamina, la cual está relacionada al placer y a la modulación de la actividad motora. La serotonina,  está relacionada a la adrenalina. Por otro lado, glutamato y GABA se relacionan al aprendizaje y a la memoria. Por último, los péptidos opioides se relacionan con la modulación del dolor.

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           Existen diferentes maneras de administrar el Cannabis. Una de las maneras más comunes es vía inhalada, ya que su absorción es rápida. Si se administra vía intravenosa, este tiene que estar disuelto en alcohol en una solución salina, debido a que el THC es una molécula liposoluble. Este modo de administración es más común en procedimientos investigativos con  fines científicos. El modo menos común de administrar el cannabis es por la ruta oral ya que la absorción de THC es lenta y varía entre individuos. Otra desventaja de este modo de consumo es que su absorción va a variar si hay presencia o ausencia de alimentos en el estómago. El THC al ser ingerido se distribuye rápidamente por todo el organismo. Primero, en los lugares con más irrigación (cerebro, riñón, estómago, pulmones, hígado, corazón, bazo, etc.) y eventualmente se acumula en el tejido adiposo. El THC acumulado se va liberando lentamente en la sangre hasta ser excretado por el organismo,  esto puede tardar hasta 30 días. Utilizando la vía más rápida de administración que es la inhalada, la concentración del THC en el plasma va a aumentar rápidamente, pero este disminuirá casi con la misma rapidez y su duración es de 3-4 horas. Las moléculas cannabinoides son principalmente metabolizadas por el hígado por medio de hidroxilación y oxidación microsomal por la enzima hepática llamada citocromo P450. Otros órganos, como los intestinos y los pulmones, también pueden participar en la metabolización de estas moléculas pero en menor grado.

Evaluación Médica para tratamiento con Cannabis Medicinal

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